Entrevista con María Teresa Andruetto, premio Andersen 2012
Encontrarse por azar, aunque yo diría que no fue el azar, con
una persona tan singular por su trabajo y expresión,dentro del mundo de las
letras y que ha recibido el premio
Hans Christian Andersen, llamado con frecuencia “el Pequeño Nobel” de la
narrativa infantil y otorgado por IBBY (Organización Internacional para el
Libro Juvenil); ha sido una de las experiencias más emocionantes y gratificante
que he vivido recientemente, debido a mi afición por la literatura infantil y
la construcción de un espacio propio de expresión dentro del mundo de las
letras.
El nombre de este personaje
tan especial es, María Teresa Andruetto. Escritora argentina, hija de
descendientes italianos, quien fue galardona con el premio Hans Christian Andersen, por su
contribución a la literatura infantil y juvenil, especialmente por escribir
obras sensibles, poéticas y profunda. Veamos algunos apartes de su discurso del
25 de agosto de 2012, fecha en que recibió el mencionado galardón:
“Escribo
para comprender, o tal vez buscando ser comprendida. Camino de conocimiento
para mí y también tal vez para quien me lee, palabras que pueden despertarnos
como a la durmiente princesa de uno de mis cuentos. Lo que escribo es fruto de
mi tiempo, de mi sociedad, de mi experiencia, no tanto por las peripecias que
narro, sino sobre todo por el uso del lenguaje, porque en el lenguaje de todo
escritor se reflejan sus convicciones y contradicciones, su conocimiento y su
confusión. Es en las palabras donde se libra el combate, y es de palabras la
grieta por donde acceder a una lengua privada en el inmenso mar de la lengua
social. Una grieta que haga balbucear a la lengua oficial, una suerte de
contrapoder frente a lo uniforme y lo hegemónico”.
Interesante este
comentario de María Teresa, especialmente por hecho de que la sociedad del
siglo XXI, se ve cada más apremiada por la homogeneización en la cultura y en
las artes para lograr ser más global. En
cuanto a esto destaco otra parte del discurso de esta talentosa mujer, dueña de
una sensibilidad y una visión profunda de la vida, catalogada coma una
exploradora de diversos géneros y matices de manera también singular y que a la
postre la hacen sobresalir en el mundo de las letras.
“Es muy fuerte la
demanda para que los libros unifiquen sus asuntos y sus usos del idioma, se
vuelvan un poco neutros, pero la literatura busca lo particular, el palpitar de
la lengua, su permanente escurridizo movimiento. En más de una ocasión,
editores de otros países o de otras lenguas me han dicho que mi escritura era
“demasiado argentina”, pero es justamente ahí, en las palabras de la sociedad
que nos contiene, donde reside el desafío de un escritor, su campo de batalla.
A la vez, mientras más ahondamos en lo particular, mientras menos estándar es
nuestra escritura, más difícil se vuelve su exportación. En mi caso esto se complejiza,
porque he escrito desde las diferencias del castellano argentino en las
diversas regiones de mi país, no porque quiera hacer un paneo por los modos de
hablar de mi tierra sino porque el narrador elegido me lo pedía”.
Creo que resulta más interesante adjuntar las respuestas
que me envío María Teresa para que la compartiera con los seguidores de este
espacio en la red.
1.
¿Cuál
ha sido en tu concepto la contribución más importante a la literatura infantil
y juvenil?
La contribución más
importante que autores, editores y lectores han hecho y pueden ( o podemos)
hacer a la literatura infantil y juvenil es, precisamente, reclamarle/exigirle
que sea literatura. Plantarse/plantarnos en ese nivel de exigencia como
lectores, como editores y como lectores.
2.
¿Qué
se requiere para ser un nobel de literatura?
Me cuesta, la
verdad, colocarme en ese lugar, tomar ese rótulo como algo definitivo y definitorio. Busco
calidad en lo que escribo, busco profundidad, busco comprender. Eso es lo que
me exijo, ser fiel a mí misma y profundamente entregada a aquello que escribo.
Eso es todo. Y es también mucho. Lo de haber obtenido el Andersen, cuestión que
me honra sobremanera, es una circunstancia. Maravillosa circunstancia, por
supuesto, pero construida seguramente por ciertas cualidades personales que
tienen que ver con lo que antes dije, a lo que se suman seguramente muchas
cuestiones de otro orden, coordenadas favorables del azar, imagino, porque eso
siempre existe, el favor o la adversidad están presentes en nuestras vidas.
3.
¿Qué le recomendarías a esos
jóvenes escritores que por doquier luchan por ocupar un lugar en esa utopía que
es el arte y la literatura, según la nota de Abelardo Castillo y que resaltas
en tu obra, Pasajero en Tránsito?
Lecturas muchas y
diversas, aprender a mirar y mucha escucha del corazón humano, de esos otros
con quienes nos rozamos unas veces o compartimos fragmentos de vida en otras
ocasiones. De todo eso, de la necesidad de comprender todo eso, nace la
escritura. Lo demás es oficio, técnicas, estrategias de escritura que, por
supuesto, lleva tiempo dominar, pero que en buena parte se aprenden.
1 1. ¿En
general, cuáles son los ejes en los que converge tu obra sin importar el
género?
La búsqueda de la
identidad social e individual, sin lugar a dudas. La construcción de la
subjetividad femenina, la relación madres (o padres) con sus hijas/hijos, el
viaje como organizador de una vida o como destino. Y, por supuesto, siempre el
lenguaje, las palabras.
2. Cómo
te defines desde tu perspectiva humana: mujer, esposa, madre, y escritora?
Soy todo eso, me
siento todo eso al mismo tiempo.
3 3. ¿Cómo
te gustaría que te recordaran las próximas generaciones?
¡Me encantaría que
alguno de mis libros se leyera cuando yo ya no esté!
7 4. ¿Con
qué obra te has identificado más y por qué?
Todo lo que he
escrito se corresponde con un momento, una etapa de mi vida en la que necesité
explorar ese mundo o ese aspecto de lo humano. Quizás Stefano, La niña, el
corazón y la casa, Lengua Madre y Kodak sean libros más ligados a cierta
melancolía que en el fondo tengo, a un lugar más hondo de mí. Pero quién sabe!
5. La
pregunta que siempre le hago a mis entrevistados, cuál es tu fórmula mágica
para alcanzar el equilibrio en la vida, hallar la felicidad si existe, y dónde
reside ésta, cómo podríamos mantenernos siempre jóvenes a pesar del tiempo y
las circunstancias.
No tengo una
fórmula ni mágica ni realista para alcanzar el equilibrio, en todo caso el
equilibrio que cada tanto alcanzo es bastante precario, se desacomoda todo el
tiempo, entre mis deseos, mis deberes, mis necesidades…Tengo un cuento que se
llama La felicidad (ha de estar colgado en algún sitio de internet, está
incluido en el libro de cuentos Cacería, editado en Argentina por Mondadori)
que habla más bien de una aceptación de lo que se tiene y de lo que se es. Creo
que la felicidad puede ser algo así. También puede que cierta modesta felicidad
esté en una vida de compromiso con nosotros mismos, de sinceridad para con lo
que pensamos y sentimos, y también para con el mundo del que somos parte.
6. ¿Qué
le recomendarías a los padres sobre el hábito de la lectura en sus hijos?
Cosas sencillas,
que lean ellos, que encuentren para ellos mismos buenos libros, que compren
alguna vez un libro a sus hijos, que vayan con esos hijos alguna vez a la
biblioteca pública, que visiten juntos una librería un sábado por la mañana,
que les lean por las noches, que hablen en algunas ocasiones de lo que han
leído… cosas así, sencillas…
7 7. ¿Qué obras le recomiendas leer
en especial?
No me animaría a
recomendar así en abstracto, tendría tal vez que conocer un poco a ese padre,
escucharlo. De igual modo, si bien los padres ocupan un lugar muy importante en
la construcción lectora, esa tarea monumental de una sociedad descansa particularmente
sobre el Estado, a través de la escuela y las instituciones de formación
pública, sobre los maestros, profesores, bibliotecarios, porque a esos espacios
concurren todos o casi todos los niños. Por eso siempre será poco todo lo que
como sociedad hagamos para sostener junto a maestros, bibliotecarios y
profesores esa tarea inmensa de que es construir lectores.
8 8. ¿Qué mensajes tienes para tus
jóvenes lectores y admiradores?
Ninguno en
especial. Siento sí agradecimiento, es un regalo de cada uno de ellos y de la
vida que me hayan leído.
9 9. ¿Qué mensajes tienes para tus
hermanos colombianos?
Tampoco tengo
mensajes, sólo decir que me gusta el pueblo colombiano, tan cálido, que siempre
que he ido a Colombia me he sentido muy bien y que tengo allí muchos lectores y
también algunos amigos.
10. Sé que es difícil tocar temas
que aparecen ajenos a la literatura pero yo creo que no es así, la literatura
es la expresión del ser a través de las letras. Así que te preguntaría cómo
podríamos los colombianos o cualquier país en guerra, alcanzar la paz y la
libertad de espíritu.
No podría yo, no
tengo autoridad para ello, dar consejos acerca de los procesos de pacificación
de un país. Sin duda se trata de algo muy complejo de alcanzar y es cada
sociedad la que a veces a tientas, muy lentamente, o de pronto, por momentos,
dando saltos cualitativos, logra con enormes dificultades, con dolor, pero
también con mucha vitalidad, encontrar una manera de vivir posible para todos
sus habitantes.
1 11. ¿Qué autor colombiano más te
gusta? Un libro para recomendar.
Aunque no conozco,
como conozco de mi país, un mapa de las tradiciones literarias de v/ país, hay
muchos escritores colombianos que leí y por diversas razones me gustan, tocan
mis intereses de lectura y de escritura pese a que pertenecen a distintas estéticas, distintos mundos y distintos
grados de reconocimiento. Podría nombrar a Helena Iriarte, Yolanda Reyes, José
Evelio Rosero, Francisco Montaña, Andrés Caicedo, William Ospina o García
Márquez, entre ellos, y entre otros y otras a la poeta y novelista Piedad
Bonnett de quien quisiera recomendar Explicaciones no pedidas (Colección Visor
de Poesía), un libro conmovedor que obtuvo el XI Premio Casa de América de
Poesía Americana.
1 12. De arriba hacia abajo, cómo te
iniciaste en la literatura y qué obra te impactó.
Me inicié como
todos, leyendo, escuchando cuentos que contaba mi madre, fabulando… En cuanto a
impactos de lectura, hubo muchos, muchísimos a lo largo de mi vida de lectora.
Uno de los primeros fue Las aventuras de Tom Sawyer. Otro, la voz de mi madre
leyéndonos Corazón. Una antología de poesía argentina que había en casa, fue
otro; ahí leí por primera vez poemas de poetas que he seguido luego hasta hoy.
1 13. Por último, después del Premio
Hans Christian Andersen, como máxima expresión de reconocimiento internacional
para la literatura infantil y juvenil, a qué aspira María Teresa Andruetto.
Aspiro a seguir
escribiendo. Aspiro a que la escritura me permita seguir comprendiendo un poco
más sobre la condición humana.
No me resta sino
agradecerle a Marìa Teresa por su gentileza y por dejarnos conocer una parte de
sì como escritora y como ser humano. Igualmente, le auguro muchos màs èxitos de
los que ya ha conquistado, empezando porque creo que ella ha escalado
pacientemente la montaña para disfrutar del paisaje como dijo Neruda.
Agradezco a la vida
también por este encuentro al azar o por obra de una mano invisible, el cual me
ha hecho feliz al compartir un poquito por la magia de la red con una persona
tan autentica como esta maravillosa mujer y escritora.
Fuente: Entrevista
escrita a Marìa Andruetto.
Magnífica entrevista, María. Enhorabuena porque sabes poner al descubierto (con todo el buen sentido de la palabra) a tus entrevistados con un arte mágico, lleno de cercanía, sensibilidad y cariño, que sólo tú sabes desplegar. Me quedo con muchas cosas de la entrevista de una guía como es, para los noveles sobre todo, María Teresa Andruetto: "Lo que escribo es fruto de mi tiempo, de mi sociedad, de mi experiencia, no tanto por las peripecias que narro, sino sobre todo por el uso del lenguaje, porque en el lenguaje de todo escritor se reflejan sus convicciones y contradicciones, su conocimiento y su confusión..." ¡Magnifica expresión de lo que pasa por nuestras mentes, la de los que nos ponemos frente a un papel en blanco (en mi caso cuadriculado), cuando nos disponemos a vaciar lo que nos está rondando insistentemente en nuestra mente, presionando para salir a la luz de las letras, las palabras y las frases más o menos bellas, más o menos trabajadas...pero siempre auténticas, como sugiere María Teresa. Enhorabuena a ella por ese magnífico premio de reconocimiento, y a ti por este estupendo trabajo del que, hoy yo, he disfrutado un montón. Un abrazo, como siempre.
ResponderBorrarMuchas gracias, José Ramón por tu apoyo a este trabajo arduo en favor de la cultura y de las letras. Y sí tiene razón, los escritores no podemos separarnos del mundo que nos rodea, de nuestras experiencias, de lo que ocurre a nuestro alrededor, ni siquiera de nuestras ocurrencias, ni siquiera las más insignificantes. De allí las volcamos al papel o a la computadora, entonces, se inicia una gran aventura de la cual nos dejamos arrastrar y sucumbir porque es fascinante. Un abrazo para ti mi amigo y sigo diciéndote que pronto tendré un ejemplar autografiado en mis manos.
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